Emelec no pudo local y cayó 0x2 ante Macará en el estadio Capwell, por la fecha 8 del Hexagonal 2 de la Liga de Ecuabet 2025.
El cuadro local fue el que impuso el ritmo, con buenas llegadas con la organización de Juan Pablo Ruiz. En ataque contó con la velocidad del juvenil Luis Fragozo, que trató de aportar para el experimentado Facundo Castelli.
Emelec inclinó la mayoría de sus ataques por la banda derecha, con la presencia de Romario Caicedo y Alexander González. Ambos estuvieron muy activos, pero por el otro sector no lograron tener claridad.
El partido cambió a los 41 minutos, cuando Castelli se fue expulsado con roja directa. En un balón dividido, el delantero entró con dureza sobre Nahuel Arena, por lo que el central le sacó la tarjeta roja.
El central Anthony Díaz revisó la acción en el VAR, pero sostuvo su decisión inicial, ante los reclamos del cuerpo técnico de Emelec y los suplentes.
Justo después de que Emelec se quedó con un hombre menos, Macará se puso adelante en el marcador, gracias a un gol de Federico Paz. Pablo González sacó un pase largo muy preciso y Paz definió con un toque preciso de primera.
En el segundo tiempo, el Bombillo fue con todo por encontrar el empate, pese a estar con uno menos. En los primeros minutos tuvo a Macará contra las cuerdas por conseguir el empate, pero no encontró una jugada clara. Los tiros de esquina se repitieron con insistencia y la visita se dedicó a defender.
Tras esos momentos de incertidumbre, Macará logró bajar el ritmo frenético del local y apelar a la contra. Fue así como llegó el gol que sentenció el partido a los 66 minutos.
En un tiro de esquina a favor de los azules, el cuadro de Guillermo Sanguinetti pudo encontrar espacios en la salida y Janpol Morales ganó en velocidad. Primero eludió a Pedro Ortiz, pero sobre la línea salvó Sergio Quintero; el rebote le quedó a él mismo y en la segunda jugada pudo anotar.
Ya con esa diferencia, Emelec se quedó sin energía y sin creatividad ofensiva para tratar al menos descontar. La visita supo controlar el juego con posesión, ante la desesperación del rival.

