Portugal vino de atrás y venció la tarde de este miércoles 4 de junio 2-1 a Alemania en la Semifinal de la UEFA Nations League.
Portugal comenzó más picante, ejerciendo presión alta sobre el local. Eso le generó los primeros acercamientos del encuentro, cuyo punto cúlmine fue una jugada por izquierda que terminó en un pase para CR7, quien -extrañamente solo dentro del área- enganchó y disparó al arco, obligando a una buena atajada al retornado Marc-André ter Stegen.
Ese estado de cosas duró apenas 15 minutos, que fue lo que le costó a los germanos asentarse en la cancha. A partir de allí, llegó una ráfaga de dos oportunidades clarísimas para el local, que no terminaron en gol por grandes reacciones de Diogo Costa.
A los 18, Aleksandar Pavlovich le pegó a quemarropas desde adentro del área, después de una jugada por el medio que se ensució. Se lució Costa, que a los 20 volvió a tener trabajo de riesgo y cumplió: sacó un disparo bárbaro de Leon Goretzka desde la derecha.
El comienzo de la segunda parte marcó un antes y un después. Porque a los dos minutos, Alemania se puso en ventaja con una jugada que fue toda de Florian Wirtz, ya que él recuperó la pelota en la presión alta, la manejó en las cercanías del área, se la pasó a Joshua Kimmich -que estaba algo antes de la medialuna-, fue a buscar la pared adentro y definió con un sutil cabezazo cruzado.
Portugal comenzó a darle vuelta al marcador
No estaba todo dicho. Porque el conjunto luso supo absorber el golpe y, enseguida, se hizo del control de la pelota y fue en busca del empate.
No pudo Cristiano de cabeza en un córner pero, minutos después, Francisco Conceicao anotó uno de los mejores goles de su carrera. Partió desde la izquierda, cerca del círculo central, se sacó de encima un rival y corrió en diagonal hacia el centro. Cuando le salió el segundo oponente, sacó un disparo increíble, al segundo palo, inatajable para Ter Stegen.
En ese momento cambió el choque.
Los lusos ya no cedieron la posesión de la pelota y Alemania lució impotente para arrebatársela.
El equipo de Roberto Martínez se percató de que enfrente había confusión y buscó pegar otro golpe. Lo logró de la mano de su gran referente, CR7, que jugó todo el partido de nueve posicional y en esa función anotó el 2-1.
Nuno Mendes armó una buena jugada sobre la izquierda del área germana y le cedió a Cristiano que, al límite del offside, no desaprovechó la oportunidad y la empujó hacia el fondo de la red.
El local nunca reaccionó. Es más, si no fuera por Ter Stegen, hubiera perdido por una diferencia mayor.