Emelec recibió una dura sanción por parte de la LigaPro, luego de los incidentes sucedido en el estadio Capwell, en el Clásico del Astillero jugado ante Barcelona SC.
En principio, el castigo más fuerte es el hecho de jugar ¡cuatro partidos sin público! Tremendo. A su vez, una vez que vuelva la hinchada azul, se cerrará la general de la Av. Quito por otros dos cotejos.
¿Qué dice el acta con respecto a los motivos?
«Lanzamiento de botellas de vidrio, lanzamiento de bengalas y múltiples enfrentamientos entre aficionados y la policía nacional». A su vez, ese no es el único castigo para el Bombillo…
El club deberá pegar una suma de 29.425 dólares a raíz de irregularidades en el estadio, bengalas, invasión al campo de juego, incorrecta indumentaria de los escoltas, bandera con mensaje ofensivo y pirotecnia.
Vale recordar que esta no es la primera sanción que recibió el Capwell esta temporada, justamente el Clásico lo disputó con la bandeja baja de la avenida Quito vacía. Eso debido a que impactaron a Junior Sornoza con una botella vacía. También tuvo la bandeja de arriba vacía, de la misma avenida Quito, en el duelo contra Mushuc Runa porque contra Vinotinto también realizaron un lanzamiento con impacto.
Desde lo futbolístico, Christian Cueva fue suspendido por dos partidos y Jesús Castillo por uno. Evidentemente fue una jornada negra en todo sentido para Emelec…
¿Qué pasó en el estadio George Capwell?
Es que en pleno desarrollo del cotejo hubo dos detenciones por desmanes por parte de la hinchada. Primero, cuando el local iba a reponer desde el tiro de esquina, el juez Robert Cabrera sonó el silbato y pidió esperar a que la policía pudiera controlar la situación. Ignacio de Arruabarrena salió disparado desde su portería porque los efectivos utilizaron gases para despejar la zona, justo detrás del arco donde Barcelona defendió en la primera mitad.
La transmisión se quedó unos minutos con los jugadores en el campo de juego, mientras los oficiales sacaron a varias personas y las retiraron del estadio. Aunque no duró mucho el episodio, Luis Fernando León se acercó a esa zona a pedir tranquilidad y los hinchas despejaron la zona en la General Quito.
Y la segunda paralización fue por lo que pasó en el cierre del partido fue tan llamativo como lamentable. Janner Corozo definió al gol para aumentar la ventaja 3-0 y desde la barra de Emelec empezaron a tirar varias botellas de vidrio.
Tanto Ortiz como otros elementos del local se mostraron fastidiosos, pero la peor reacción llegó después por parte de la hinchada, que por poco no impactaron en Ignacio de Arruabarrena, el más expuesto por la cercanía con la tribuna. Robert Cabrera frenó las acciones nuevamente y por 17 minutos no rodó el balón, mientras la policía desalojó el resto de la tribuna azul en un Capwell demasiado nervioso y conflictivo.