Luis Fernando León tuvo que salir del campo de juego en el partido de Emelec ante El Nacional, debido a fuerte entrada de su rival, la cual no fue atendida por el árbitro o el VAR.
León terminó con una herida abierta y una visible inflamación en el tobillo, una imagen que encendió las alarmas en el cuerpo médico de Emelec y provocó preocupación entre sus compañeros.
El golpe fue tan evidente como doloroso, y rápidamente se convirtió en el centro de la discusión tanto en el estadio como en redes sociales.
Lo que aumentó la indignación del conjunto azul fue que la acción no fue revisada por el VAR, ni el árbitro principal sancionó falta alguna. Mientras León mostraba las consecuencias del impacto, los jugadores y el cuerpo técnico de Emelec reclamaban una explicación que nunca llegó.
Desde el club guayaquileño se considera que hubo una falta clara y una falta de protección hacia su jugador, lo que reabre el debate sobre la efectividad del arbitraje y la intervención del videoarbitraje en el fútbol ecuatoriano.
