Red Bull despide a Christian Horner tras 20 años como jefe, con efecto inmediato de las instalaciones de Milton Keynes, se va dejando 8 campeonatos de pilotos y 6 de constructores.
La noticia detonó este miércoles en la mañana europea: Christian Horner fue despedido de su puesto de director de Red Bull de manera inmediata. Muchos, tal vez, quedaron atónitos, sin embargo, no hizo más que confirmar los rumores que se venían tejiendo desde principios de 2024. El inglés tenía el boleto picado, solo se trataba de cuestión de tiempo para que se hiciera efectiva. A pura gambeta, y con la ayuda de los éxitos que solaparon la situación, el marido de la Spice Geri Halliwell logró capear la tormenta, hasta donde pudo.
Primero hay que marcar que Horner es artífice principal y fundamental de los éxitos de la escudería de las bebidas energizantes. Con un opaco paso como piloto de carreras, el inglés nacido en Leamington Spa en 1973, colgó el casco y fundó el equipo Arden de Fórmula 3000 en 1999. Los títulos que ganó su team en 2003 y 2004 catapultaron a Horner. Al cierre de 2004, el millonario austríaco Dietrich Mateschitz cerró la compra de Jaguar y en 2005 nació el equipo Red Bull. Mateschitz, dueño del 49% de la compañía de bebidas, reclutó al inglés para comandar el equipo, convirtiéndose, a los 32 años, en el director más joven de la F1. A su lado puso a Helmut Marko, amigo de Dietrich, quien quedó como asesor deportivo. Fue la piedra basal de los períodos de dominio del team de Milton Keynes.
Bajo la batuta de Horner-Marko, Red Bull logró 124 victorias, 107 pole positions, 287 podios, ocho títulos de pilotos y seis de Constructores. Fueron los comandantes de los tetracampeonatos dominantes de Sebastian Vettel (2010-2013) y Max Verstappen (2021-2024). Todo funcionaba a la perfección, sin embargo, todo comenzó a cambiar al cierre de 2022, cuando comenzó a gestarse lentamente la salida de Horner.
El disparador fue la muerte de Mateschitz (octubre de 2022). Todo cambió puertas adentro del equipo Red Bull. El austríaco aportaba el dinero, pero no se metía en el manejo de la escudería. Eso era total y absoluta responsabilidad de Horner y Marko. Sin el austríaco, la compañía creó la división Proyectos Corporativos, con Oliver Mintzlaff como ejecutivo. El alemán llegó desde el mundo del marketing (estuvo ocho años en Puma) y en 2014 ingresó al mundo Red Bull como director de fútbol global. A mediados de ese año, fue nombrado CEO de Leipzig y llevó al equipo a la Bundesliga.
Mintzlaff comenzó a seguir de cerca el trabajo de equipo Red Bull y Horner empezó a ser más observado. Sin embargo, los éxitos continuaban y todo era felicidad. En 2023, el equipo de Milton Keynes ganó 21 de 22 carreras. Sin embargo, en el comienzo de 2024, Horner recibiría la estocada final: fue denunciado por una empleada por “conductas inapropiadas”. La imagen del director quedó definitivamente mancillada.
En el medio, con Mintzlaff metido, comenzó una disputa de poder y las peleas se iniciaron. Horner y Marko se distanciaron, pero siguieron trabajando juntos. En el medio, Jos Verstappen, padre de Max, rompió lazos con el director. Todo junto, mientras el equipo decidía realizar una investigación interna para saber qué había pasado con la denuncia de la empleada del equipo. El Mundial 2024 empezó en Baréin en medio del escándalo, que creció a límites insospechados cuando los popes de todos los equipos, gente importante de la FIA y los periodistas acreditados para todo el año, recibieron un correo electrónico con todos los mensajes de Whatsapp que habrían existido entre Horner y la empleada.
El imperio Horner comenzó a resquebrajarse. La investigación interna finalmente absolvió al inglés, quien se mantuvo en su cargo. Sin embargo, su posición había quedado en jaque. Jos Verstappen pidió públicamente su salida. “El equipo corre peligro de desintegrarse si continúa en su cargo”. Mintzlaff y la mesa ejecutiva de Red Bull sostuvieron al británico, pero no podían frenar los rumores que marcaban su salida a cada rato. Los éxitos solaparon la situación: Max ganó siete de las diez primeras carreras de 2024 y se encaminó al título. La caída de rendimiento del RB20 en la mitad del campeonato reavivaron el fuego, pero el memorable triunfo del neerlandés en el GP de San Pablo terminó de encaminar la corona. Pero eso solo estiró la agonía.